Los Orígenes
Monte Cristo se emplazó en terrenos que pertenecieron a la Estancia Jesuítica de Caroya, a partir de la expulsión de la Compañía de Jesús por orden del Rey de España Carlos III, en 1767.
Fermín Casas en un carro tirado por bueyes. (Gentileza del Sr. Emilio Bertone)
Como primera referencia de asentamiento poblacional cercano, se encuentra la otrora llamada “Posta de las Carretas” que funcionó a partir demediados del siglo XIX.
Vestigios arqueológicos han permitido comprobar que en este lugar se encontraban: un caserío, un almacén de ramos generales, árboles frondosos (talas y algarrobos) y varios estanques y lagunas permanentes que servían de bebederos a personas y animales, lo que convertía al lugar en un sitio propicio para el refugio y descanso de los viajeros.
Con la llegada del ferrocarril el sistema de postas cayó en desuso. Cabe suponer, por tanto, que este fue el motivo del final y el despoblamiento de la posta.
Hacia el año 1885, el agrimensor Eleazar Garzón mensuró la antigua Estancia de Caroya. E 15 de julio 1887 por Ley Nº 1068 se declararon expropiables por causa de utilidad pública los terrenos necesarios para la vía y estaciones del ferrocarril del este de Córdoba. Así se empieza a construir la primera estación intermedia del Ferrocarril Central del Este.
El 13 de octubre de 1888, el Gobernador José Echenique autorizó a librar al servicio público la línea férrea. Catorce estaciones intermedias, en total, fueron construidas y habitadas entre 1896 y 1912 recibiendo la primera de ellas el nombre de “Constitución”, a partir del mes de diciembre de 1911 pasó a llamarse “Estación Monte Cristo”.
El trazado ferroviario permitió el desarrollo económico, a través de la extracción de la riqueza forestal primero, y luego gracias a la expansión de la producción agrícola y ganadera. Asimismo, se produjo el crecimiento de la población a partir de la llegada y asentamiento de nuevos pobladores de origen extranjero.
Es decir que Monte Cristo nace aproximadamente en el 1890 cuando la estación se erigía dominando todo el terrero atiborrado de algarrobos y espinillos.