Puntos de Encuentro
Un bar con historia
Si tenemos que hablar de un lugar de encuentro y, a la vez, testigo de la historia y del engendramiento de este pueblo, ese lugar es el Bar Nelly.
“Mi padre murió el 7 de febrero de 1939 y yo el 2 de agosto de ese mismo año abrí el bar. Tenía en aquella época 14 años”, nos cuenta Don Natalio Bandirali sin ocultar su orgullo.
El paisaje ha cambiado desde aquellos comienzos del Bar Nelly, desde que el canal de riego pasaba enfrente y el terreno era un viñedo, salpicado de árboles de peras y otras frutas.
El porqué del nombre tan simple se vuelve anecdótico: una vez llega una inspección y le dicen que los papeles están todos en orden, pero el único problema era que el bar no tenía nombre. A Irene, la esposa de Natalio, le exigieron que pensara uno y se le ocurrió Nelly, porque ella lo había conocido a Natalio con este sobrenombre.
Estaciones de Servicio
Monte Cristo contó con varias estaciones de servicio que proveían de combustibles y lubricantes. La que aún perdura es a estación de servicios Cattáneo Hermanos.
En este lugar se instaló el primer teléfono público con que contó el pueblo. Para la atención de la cabina pública la primera empleada fue Virginia Suarez y desde 1960 hasta 1965 lo hizo Olga Farías. La actividad consistía en llevar los mensajes que se recibían a cada casa, y si alguien quería comunicarse en persona, se les avisaba la hora en que llamarían para que se hiciera presente en la cabina. El sueldo dependía de una colecta que se realizaba entre los comerciantes para tal fin.
La Parrilla “El Arriero”
Una vez trasladado el Templo a la nueva sede, el predio y edificación de la primera capilla fueron puestos en venta por la curia. En 1960, dicha propiedad fue adquirida por Don José Bianco, quien llevó a vivir al lugar a una familia de confianza, usando como casa habitación lo que fuera la vivienda para el sacerdote y la sacristía. A la capilla se le cambió el antiguo techo, bajándolo y remplazando los tirantes de madera por una losa, convirtiéndolo al fin en un salón. Éste tuvo varios usos: como depósito o silo de cereales a granel, luego como el cine de “Don Nicola” y por último, en 1963, como un restaurante y parilla a la que le llamaron “El Arriero” (que luego se convirtió en Estación Veintiuno, Isabela y hoy Restaurante 1910).
Se inauguró el 17 de agosto de 1963, fecha apropiada para que el aniversario se festejara cada año con una peña folklórica. Por allí pasaron pasaron artistas de renombre como Horacio Guaraní, Los Trovadores, Los de Córdoba y Jorge Cafrune, entre otros; éste último se convirtió en asiduo visitante del lugar, siempre que pasaba por Córdoba llegaba a compartir unos mates con los amigos del El Arriero.
Jorge Cafrune junto al Mataco Soria en la Parrilla El Arriero (Gestileza del Sr. Constancio Tuninetti)
La sala de cine de Nicola Griguol
“Don Nicola” vino de Colonia Caroya y comenzó a trabajar en una herrería y carpintería como empleado, de la cual con el tiempo se convirtió en su propietario. Levantó una hermosa casa de piedras blancas rodeada por un parral, con cuyos frutos elaboraba un buen vino patero con reminiscencias de la Italia de sus abuelos.
Gustaba vestir muy bien, era alegre y divertido, granjeándose la amistad de todo el pueblo. Iba a los bailes populares de impecable traje blanco, con un clavel en el ojal. Así conoció a María Chulich, con quien se casó y tuvieron nueve hijos.
En 1961 inauguró el único cine que tuvo el pueblo, en la intersección de las calles General Roca y David Linares. Lo denominó “Cine Imperio” y funcionó durante 26 años. La primera película proyectada fue Ulises. Las películas eran en blanco y negro hasta los años ´70 en que llegaron los filmes en colores.
El cine funcionaba los fines de semana, sábados por la noche y matinées los domingos.
Club Ingeniero Lucas Vázquez
“El Club Sportivo Defensores Unidos de Monte Cristo elige autoridades”, se leia en el titular del semanario “El Pueblo” de Villa Santa Rosa de Rio Primero, con fecha del 6 de septiembre de 1932.
Oficialmente esta institución comenzó sus actividades el 25 de marzo de 1937. El nombre de Ingeniero Lucas Vázquez le fue puesto después, en honor a quien donara los terrenos donde actualmente se enclava el club.
Apenas fundado contaba con equipo de futbol y comisión de bochas. El primer entrenador de ese equipo fue Don Gervasio Gorgo.
En los comienzos, hasta que se construyó la pista, los bailes se realizaban en la pista de la familia Rossi. Más adelante contó con pista y escenario al aire libre. Posteriormente fue techada tomando el aspecto que presenta en la actualidad.
Club Defensores de Jubilados y Pensionados de Monte Cristo
Un grupo de jóvenes que Vivian en la zona rural en el kilómetro 691, apasionado por la práctica del futbol, habían formado un Club llamado Defensores de Boca Juniors y utilizaban como colores distintivos en las camisetas el azul y el oro. Entre ellos se contaban Sixto y Primo Romagnoli; Leopoldo Barrionuevo; Amado, Carlos y Salim Catube; Leandro Galetto; Armando Gazzoni; Hilario y Nélido Eberhardt; Carlos Luján, Víctor, Héctor, Francisco y José Enrico.
Debido a la poca participación de jugadores y escasa concurrencia de público, decidieron empezar a jugar en el pueblo de Monte Cristo, incorporándose a un equipo llamado Ladrillo Bayo, que tenía su cancha al norte de la casa de la familia Rossi (hoy calle Gral. Paz y Sarmiento).
Más al norte de este potrero o cancha se ubicaba la del equipo Ladrillo Fundido (en proximidades de la Familia Manzeratta). Ambos nombres harían referencia, posiblemente, a la gran cantidad de cortaderos de ladrillo que se hallaban dispersos en los alrededores del pueblo.
La unión duró una temporada, luego de lo cual se realizó una asamblea que procedió a elegir una comisión directiva presidida por Sixto Romagnoli. Al mismo tiempo se decidió crear un nuevo club el que llevaría el nombre Club Defensores de Monte Cristo. Esto ocurrió el 25 de Marzo de 1935.