"La educación y la música son un poderoso motor de cambio"

27/03/2018| 

“LA EDUCACIÓN Y LA MÚSICA, CUANDO VAN DE LA MANO, FORMAN UN PODEROSO MOTOR DE CAMBIO EN LAS PERSONAS”

En el marco de las actividades y talleres de la Casa de la Cultura y la Dirección de Deportes próximos a comenzar, queremos compartir esas historias atrás de cada taller o disciplina, esas historias de las personas que los lideran y brindan lo mejor de sí para compartir conocimiento, arte y bienestar.

La primera historia que conoceremos es la de Franco Morano, quien esta cargo del Grupo Coral Cantares. Franco es profesor en Educación Musical de la UNC y actualmente cursa cuarto año de la Licenciatura en Dirección Coral en la misma institución.

Aunque es muy joven, Franco tiene muy claro que su gran pasión es la música o las músicas como lo llaman en el mundo de las artes, entendiendo esto como un llamado a ampliar nuestras ideas y concepciones en torno a ellas y el sentido que toman en cada lugar y momento donde se desarrollan.

Para Franco la música es una forma de vivir, de compartir, de dar sentido a las cosas a través de ella. Su despertar fue cuando tenía 13 años y su tía le regaló una vieja guitarra que no usaba, a partir de ahí se hizo su propio camino y hoy esa forma de vida se refleja en ese hermoso proyecto que es el Grupo Coral Cantares, con el cual ha podido dar rienda suelta a su creatividad, su talento y su deseo de que la música toque el alma y los sentidos de quienes los escuchan.

ENTREVISTA COMPLETA

• ¿Qué significa la música para vos?

En principio me gustaría tomar prestadas unas palabras de Julio Mendívil para hablar de “las músicas”. Este plural que propone el musicólogo peruano nos convoca a ampliar nuestras ideas y concepciones en torno a las músicas y pone de relieve los infinitos sentidos que puede tener el término en diferentes tiempos o lugares. Para cada persona la palabra música conlleva un significado propio y diferente y es maravilloso poder descubrir esos significados para enriquecer nuestras vivencias musicales.

Para mí, hoy, las músicas son una forma de vida, una manera de existir en el mundo. Tengo la fortuna de pasar mis días rodeado de músicas y de personas que aman hacerlas y compartirlas. Es algo extraordinario juntarse a “musiquear”, es en estos momentos cuando nos damos la oportunidad de descubrir qué significan las músicas para nosotros. ¡Lo recomiendo sin dudar!

• ¿Cuándo descubriste esa vocación por la música?

Creo que fue un descubrimiento en etapas. La primera actividad musical que hice de manera consciente y por iniciativa propia fue aprender a tocar la guitarra a los 13 años.

Mi tía tenía en su casa una guitarra que había comprado a sus 19 años y que ya no usaba, así que me la regaló. El instrumento tenía años de no usarse, las cuerdas estaban viejas y estaba muy desafinada, pero, servía.

Con esa guitarra fui a aprender con Natalia Caballero. Salía del colegio e iba para su casa. Todavía me acuerdo lo ansioso que estaba por empezar, no podía esperar a salir de clases para ir.

Con Nati fui cerca de dos años y aprendí a tocar varias canciones clásicas del rock nacional. Ella siempre nos alentaba a que cantemos mientras tocábamos y ese fue mi primer contacto con el canto.

Cuando tenía 15 años mi padrino me regaló un teclado y ahí empecé a tocar el piano, sin profesor, hacía lo que podía. Con ese pequeño piano eléctrico, la guitarra y algunas cosas que aprendía en la escuela empecé a descubrir un lado más teórico de la música, más lógico, podríamos decir. Esa etapa de mi adolescencia creo que marcó el rumbo que después me animé a seguir.

La etapa que definió mi vocación por la música y por la educación fue, sin dudas, estudiar en la Facultad de Artes. Es un lugar único, para mí. Un lugar cálido, repleto de gente increíble, tanto en lo profesional como en lo personal; se viven experiencias muy intensas ligadas al arte y a la educación. Todas esas vivencias me convencieron y me convencen día a día de que la educación y las músicas, cuando van de la mano, forman un poderoso motor de cambio en las personas. Esa quiero que sea mi vocación.

• ¿Qué actividades hacen en el coro?

Para comenzar me gustaría contarles acerca de nuestra formación.

Somos un coro mixto, es decir, que recibimos mujeres y varones. Los cantantes se dividen en cuerdas, que son grupos de personas con voces similares. Las mujeres pueden ser sopranos o contraltos, es decir, de voz aguda o grave, respectivamente; y los varones pueden ser tenores o bajos, los primeros, agudos, los segundos, graves. Esto nos da en total cuatro cuerdas, cada una canta su parte, que es diferente, pero juntas dan como resultado una pieza única. Para llegar a este resultado hacemos principalmente dos actividades.

Una es aprender las obras que forman el repertorio elegido para cada año. Este aprendizaje se hace a través de lo que se da en llamar “aprendizaje de oído”, es decir, yo canto y los coreutas lo repiten. Recordemos que cada cuerda debe aprender su parte y una vez hecho esto se debe comenzar a “unir” las partes. No es un trabajo fácil, es un desafío, lo cual lo hace una actividad de lo más apasionante.

La otra actividad que realizamos es el entrenamiento vocal que nos permite mejorar nuestro desempeño como coro. Trabajamos algunos aspectos de la salud vocal, el entrenamiento propiamente dicho, el sonido del coro, la postura del cuerpo, la interpretación de las músicas, entre otras cosas.

• ¿Qué proyectos tiene con el coro este año?

El año anterior fue nuestro primer año de armado de repertorio. Nos tomamos todo el año para aprender las obras y este año queremos cantarlas tanto como podamos. Queremos participar de encuentros corales en la zona y además hacer nuestro propio encuentro coral aquí en la ciudad en el mes de noviembre. Sería la segunda edición de Montecantando.

Además, este año tenemos ganas de volver al encuentro coral de Mina Clavero. Participamos el año pasado y fue una experiencia realmente hermosa. Fue mi primer viaje como director y el primer viaje coral de varios de los coreutas. Creo que todos aprendimos mucho tanto en lo musical como en lo personal. Crecimos como grupo humano al compartir ese fin de semana y conocernos en otros ámbitos, más en profundidad. En cada oportunidad que recordamos ese viaje volvemos a reírnos y emocionarnos. Sin dudas quedará como un viaje anecdótico.

También nos gustaría realizar otro viaje además de ese, aunque aún no lo tenemos definido. Estamos abiertos a las oportunidades.

En cuanto al repertorio, este año nuestro proyecto se basa en algunas obras de música argentina que esperamos poder compartir con todos ustedes a fin de año.

• Contanos ¿qué tendría que hacer alguien que quiere hacer parte del coro, que requisitos hay?

Lo primero que tiene que hacer alguien que quiere participar en el coro es ir a conocernos. Nos juntamos los martes y los jueves a las 20 horas en el salón de la Estación del Ferrocarril, frente a la terminal de ómnibus.

A quienes quieran integrar el coro solo se le pide que sepa cantar. No es necesario que tenga experiencia en coros. También es un requisito disponer del tiempo para los ensayos y los conciertos.

FRANCO ALEXIS MORANO. 24 años. Nació en Monte Cristo y siempre vivió acá.

Profesor en Educación Musical – Facultad de Artes, Universidad Nacional de Córdoba. Egresado en el año 2017.
Actualmente está cursando el cuarto año de la Licenciatura en dirección coral en la misma institución.

Clases grupales: Martes y Jueves. 20 hs Salón de Ferrocarril frente a la terminal
Cel de contacto con el profesor: 
351-7511898


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